Fleje
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Fleje
«Fleje» es una cinta, originariamente metálica, utilizada para asegurar o fijar el embalaje de diversos productos, mayoritariamente productos pesados. La principal característica de esta cinta es su resistencia a la tracción. En algunos países de Iberoamérica, como México, el fleje se conoce por «cinta de acero».
Para cerrar el fleje metálico en una operación de empaquetado se utiliza un sello galvanizado para fleje.
Para obtener la resistencia a tracción requerida se utiliza un acero 1012 que puede ser procesado por un molino de rolado en frío para llevarlo al espesor requerido. En este proceso se obtiene la dureza, las características físicas de alargamiento y tracción requeridas por la norma ASTM D3953-02 para el fleje.
Después de los procesos de corte y matado («matar» = redondear las esquinas) se realiza el acabado que puede ser pintado, galvanizado o pavonado.
Durante el siglo XX, con la evolución en el tratamiento industrial de plásticos (polipropileno y poliéster) el uso del fleje metálico se ha ido trasladando paulatinamente al fleje de plástico, sobre todo en aplicaciones de embalaje. El motivo principal de esta migración fue la seguridad en el trabajo (el fleje metálico puede provocar cortes), los costes del propio producto (el fleje plástico es más económico) y la comodidad del usuario.
Las dimensiones más habituales son 8, 12, 13, 16 y 19 mm.
Existen varias medidas y presentaciones del fleje metálico. El fleje se presenta en oscilada para las dimensiones de 3/8", 1/2", 3/4" y 5/8" y en cinta para los flejes de 1 1/4" y 2".
También existen flejes de otros materiales, como plásticos o textiles, que se utilizan como precinto en embalajes de cartón ondulado para artículos menos pesados, pero voluminosos.